lunes, 20 de febrero de 2017

Ante todo, mucho karma de Laura Norton

Ante todo, mucho karma / Norton, Laura. Espasa: Barcelona, 2017.

Pues sí, se trata de la continuación de la historia No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, aquel libro en el que se basa la película que vi durante mi frenesí cinéfilo de hace un par de meses.

La novela comienza recuperando información del epílogo de la primera parte en el que hay happy ending y la pareja protagonista acaba teniendo un bebé. Pues los primero capítulos empieza resumiendo estos primeros meses de relación sentimental entre Sara y Aarón, como deciden ampliar la familia, el embarazo y sus primeros meses como padres novatos. Esto se lo ventila bastante rápido, pues es un poco el enlace con la primera parte de la historia pero no es la historia actual, propiamente dicho.

La historia empieza cuando Sara empieza a hacer gilipolleces y, una vez más vuelve a culpar al Karma de lo que le pasa por gilipollas. Porque a pesar de tenerlo todo para ser feliz (un trabajo apasionante, una pareja fabulosa que la adora  (no una pareja cualquiera, si no Aarón, su Aarón) y un bebé monísimo) ella se empeña en buscarle tres pies al gato y consigue ver fantasmas donde no los hay.

Pero la bomba no explota tan simplemente porque en su historia siguen circulando una serie de personajes que no le hacen la vida más fácil: su madre se ha hecho cirugía plástica y va por la vida con burka hasta que se le acomode la cara; su padre con problemas económicos; su hermana viviendo la vida loca y su ex de vuelta de China. A todo esto, hay que añadirles nuevos secundarios como el director de la película histérico por conseguir fondos, el actor gallego Martiño que es adorable y la diva italiana que ejerce de mentora como diseñadora de vestuario para cine.

El libro es entretenido y te diviertes, tiene algunas escenas realmente hilarantes (sobretodo las protagonizadas por la madre), aunque me ha dado la sensación de estar leyendo un poco el mismo libro porque utiliza un poco la misma estructura que en el primero: uno de los padres con crisis existencial se va a vivir temporalmente con ella (en el primero el padre y en este la madre), un evento laboral del que depende su futuro sale fatal (el desfile en la Fashion Week primero y ahora la visita de los productores con la prueba de vestuario) y un plan imposible para robar algo que al final sale bien (primero en el zoo y en este caso en el teatro). Supongo que siendo algo tan evidente, la autora lo habrá hecho a propósito para establecer paralelismos entre ambas novelas... aunque a mí no me ha acabado de convencer el recurso por que ha perdido un poco el factor sorpresa de la primera vez.

Punto a favor, eso sí, la manera de presentar la maternidad sin pintarlo todo de color de rosa y la cuestión de la conciliciación laboral y familiar.

Aunque sigo pensando que lo mejor que ha escrito hasta ahora Laura Norton es Gente que viene y bah, no puedo decir que no me haya gustado el libro y lo recomiendo si os gustan este tipo de novelas.

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