domingo, 26 de junio de 2016

Bajo el sol de Kenia o un libro que pase en África (7)

Para el punto 7 del reto de lectura, es decir, un libro que transcurra en África tenía dos opciones en mente de novelas realmente conocidas. Pero por lo visto, la gente de mi al rededor lee el blog y, preguntándose sobre los ítems que me faltan para completar el reto algunos se han ofrecido amablemente a prestarme libros que a ellos le gustaron en su momento. Y cómo con los amigos tengo el mismo gusto o mejor que con los libros, he aceptado uno de estos ofrecimientos ya que en parte, la gracia del reto de lectura es llegar a autores y géneros que normalmente no leería. 

Wood, Barbara. Bajo el sol de Kenia. Barcelona: Círculo de lectores, 1991.

La novela repasa la historia de la creación de Kenia como país desde el año 1919, cuando se convirtió en protectorado británico del África Oriental, pasando por las revueltas independentistas hasta llegar a los primeros años como país independiente en los años 80. Todo este trayecto histórico lo vemos desde el punto de vista del hombre blanco a través de la familiar de Lord Treverton y de los Mathenge, una familia Kikuyu que es la tribu mayoritaria en Kenia, 
De los diferentes personajes que pasan por la novela tenemos diferentes relaciones y reacciones. Por ejemplo, está Lord Treverton que es el típico colonizador sediento de gloria y riqueza que no duda en explotar y expoliar a los africanos pues los considera prácticamente esclavos. Luego está su hermana, la doctora Grace Treverton, cuya intención es crear una misión laica pues considera que es más importante salvar los cuerpos desnutridos de los africanos que sus almas. De la parte negra está principalmente Mamá Wachera, una hechicera - sanadora que tiene categoría de líder espiritual en su poblado y que es la única que resiste la europeización de Kenia. Estos personajes principales van muriendo o haciendose viejos, dando paso a sus descendientes: blancos nacidos en Kenia que sienten esa tierra tan suya como de los negros, y kikuyus con estudios que empiezan a discernir y ser conscientes de su identidad como pueblo y con intenciones políticas, llegando incluso a la tercera generación.
El libro toca todos los palos posibles: la cristianización de la población kikuyu, la lucha por la abolición o conservación de tradiciones tan salvajes como la ablación femenina (punto especialmente interesante ya que son las propias mujeres africanas quienes la defendían), los africanos pro-británicos, los participantes en el mau-mau (grupo terrorista independentista), el amor interracial (visto desde el punto de vista africano y del europeo), la relación de los colonos con la madre patria Gran Bretaña, la explotación de los recursos africanos (selva, safaris, caza, café...), el odio racial e incluso el paternalismo de los personajes blancos "buenos".
Finalmente la autora reflexiona en que, por mucho que los keniatas hayan recuperado su tierra, la hueya del hombre blanco forma ya parte de esa tierra y de sus descendientes, para bien o para mal.
La verdad es que cuando me leí el resumen de la novela no tenía muchas esperanzas puestas en él, pues tal como está explicado en la contraportada, el libro parece un culebrón. Pero me ha sorprendido por que me ha gustado bastante, así que si me preguntas si lo recomiendo la respuesta es sí. Además, a raíz de su lectura he buscado un poco de información sobre Kenia y la colonización en general pues desde el instituto que no tocaba el tema y siempre está bien saber un porquito más de por qué el mundo de hoy es como es.

jueves, 23 de junio de 2016

Coca de Sant Joan (2º intento)

Con las cocas de San Juan me pasa como con los panellets, que los de supermercados son super cutres y los de panadería super caros (por no hablar que los piñones están contados con los dedos de una mano). Por eso, hace un par de años decidí hacer coca casera pero tuve un problemilla técnico (que suele pasarme a menudo, todo sea dicho) ya que de sabor estaba buena pero de textura... digamos que no sabía si era coca o un ladrillo. Talentada en toda regla!!!

Pero como una no se da por vencida pues este año me he propuesto que esta vez sí, este San Juan me como una coca casera como manda la tradición y para ello que mejor que seguir los pasos del web de la Fundació Institut Català de la Cuina y la Cultura Gastronòmica, aunque alguna modificación sin importancia haya hecho. Si con la receta "oficial" no me salía la coca, era para retirarme definitivamente.


Para hacer una coca de San Juan hay que distinguir dos partes: la masa de la coca, propiamente dicha, y la decoración (crema, fruta confitada, piñones, azúcar boleado...). Yo, como soy una agonías, pues le he puesto todo eso. Por eso en esta receta también os explico como hacer la crema pastelera.

INGREDIENTES PARA LA MASA:


  • 250 gr de harina de fuerza.
  • 75 gr de leche.
  • 55 gr de manteca a temperatura ambiente.
  • 55 gr de azúcar
  • 25 gr de levadura prensada (1 cubito de los que venden en el Mercadona).
  • 2 huevos.
  • 1/2 copa de anís.
  • Piel de limón rallada o aromatizante (yo he utilizado agua de azahar).
  • Un pellizquito de sal.
  • Elementos decorativos: crema, piñones, azúcar boleado...
INGREDIENTES PARA LA CREMA PASTELERA:

  • 250 ml de leche entera.
  • 90 gr de azúcar.
  • 1 vaina de vainilla o 1 cucharada de azúcar avainillado.
  • 1/2 cáscara de piel de limón.
  • 2 yemas de huevo.
  • 20 gr de maizena.

PASOS A SEGUIR:

Hay que empezar haciendo la crema pastelera por que tiene que enfriarse bien antes de ponerla a la coca. Para hacerlo seguiremos los siguientes pasos.
  1. En un cazo, calienta 2/3 de la leche con el azúcar, la vaina de vainilla abierta (o el azúcar avainillado) y la piel de limón. Remueve bien y déjalo a fuego medio-bajo para que la leche se infusione.
  2. Con el resto de leche, mezcla la maizena y asegúrate que no te quedan grumos. Añade las yemas y sigue batiendo
  3. Retira el cazo del fuego cuando empiece a hervir y retira la piel de limón y la vaina de vainilla.
  4. Añade poco a poco la mezcla anterior al cazo de leche caliente y vuelve a ponerlo al fuego sin dejar de remover hasta que espese.
  5. Déjala atemperar antes de meterla en la nevera. Toñi-consejo, ponle papel de film en contacto con la crema, para que no haga es capa tan fea en la parte superior.
Y una vez con la crema enfriandose en la nevera, ya podemos ponernos manos a la masa (chiste malo). Para hacer la masa de la coca de San Juan, lo que tienes que hacer es:
  1. Calienta un poco la leche y deshaz la levadura en ella.
  2. Añade 3 cucharadas de harina y trabájalo hasta dejar una masa lisa. 
  3. Deja fermentar esta masa hasta que doble su tamaño.
  4. En otro bol, haz un volcán con el resto de la harina y añade en el centro el resto de ingredientes (mantequilla, huevos, azúcar, sal, aromatizantes y anís). Trabaja la masa con las manos por que te ayudará a deshacer mejor la mantequilla.
  5. Cuando esté todo bien integrado añade la masa fermentada y sigue trabajando hasta obtener una masa fina y compactada. ¿Qué quiere decir esto? Suficientemente líquida para poder dejarla caer, pero suficientemente compacta para que no se desparrame. Fue en este paso cuando me equivoqué la primera vez, pues yo pensaba que tenía que estirarse con rodillo y al ver la masa tan líquida empecé a añadir harina como una posesa hasta que finalmente conseguí el mazacote.
  6. Deja caer la masa en el centro de una placa de horno (engrasada o con papel de horno) y ayúdala a que tome forma ovalada. 
  7. Píntala con huevo y ponle la fruta confitada (yo he utilizado cerezas, que son las más asequibles). Déjalo reposar hasta que doble su tamaño.
  8. (Paso opcional antes de meterla en el horno: una vez ha crecido, ponle la crema, piñones, azúcar boleado o lo demás que quieras).
  9. Meter en el horno a 180º durante 20 minutos.
FELIZ VERBENA DE SAN JUAN A TODOS!!!!




domingo, 5 de junio de 2016

Crema helada de plátano

Entre libro y libro he sacado algún tiempo para cocinar algo y ahora que viene el buen tiempo nada mejor que algo fresquito. La cuestión es que mi señora madre volvió a comprar plátanos a punto de pasarse a un precio de risa y volvió a pedirme que hiciera algo con ellos. Y, bueno, aunque la mousse de platamón estaba sorprendentemente sabrosa, preferí cambiar un poco la receta. Al final, mirando de aquí y de allá en diferentes webs hice lo que me dio la gana. Así que creo que puedo decir que esta es la primera receta de creación propia (aunque siendo sinceros, tampoco creo que haya descubierto la sopa de ajo). En cualquier caso, aquí os dejo MI receta.

INGREDIENTES (6-8 raciones):

  • 6 platanos maduros.
  • 200 ml de nata para montar.
  • 1 cucharada de extracto de vainilla.
  • 2 cucharadas de azúcar.
  • pepitas de chocolate.

PASOS A SEGUIR:
  1. Pela los plátanos y mételos en el congelador durante unas 6 horas aproximadamente.
  2. Parte los plátanos y pásalos por la trituradora. Verás que ya de por sí solos los plátanos al estar congelados en vez de dejar una textura de puré o papilla dejan una crema parecida al helado.
  3. Añade la cucharada de vainilla al puré de plátano.
  4. En otro bol monta la nata y añade el azúcar cuando empiece a montar.
  5. Añade el puré a la nata y mezclalos hasta que queden bien ligados.
  6. Añade pepitas de chocolate al gusto.
Y ahora un Toñi-consejo: a más congelación del plátano más textura a helado conseguirás, el problema es que también tendrás más problema a la hora de hacer el puré. 6 horas es un punto medio.

Segundo Toñi-consejo: en algún sitio leí que el azúcar (cacao o cualquier otro ingrediente) que se le quiera añadir a la nata montada hay que hacerlo cuando la nata esté empezando a montar. No me preguntéis por qué, lo leí una vez y desde entonces lo hago siempre.

Y el último Toñi-consejo, es más bien una idea loca de las mías (que lo mismo sería una talentada). Como no tenía sitio en el congelador para meter el bol con toda la crema lo dejé simplemente en la nevera pero creo que  si se metiera en el congelador, un par de horas antes de servirlo, quizás en vez de crema helada de plátano hubiera tenido helado de plátano directamente. No sé... la próxima vez que mi madre compre plátanos a cascoporro haré hueco en el congelador... por si acaso.