lunes, 26 de marzo de 2018

Brownie o mi receta estrella

Alguna vez creo recordar que he mencionado por aquí que mi receta estrella es el brownie de chocolate (evidentemente cualquier brownie que no sea de chocolate no es digno de llamarse brownie). La cuestión es que un día me sorprendí a mi misma al darme cuenta que aún no os había explicado como lo hago así que me toca enmendar este error.

INGREDIENTES:

  • 175 gr. de mantequilla.
  • 1 tableta de chocolate para postres (en mi opinión, cuanto más negro mejor).
  • 300 gr de azúcar.
  • 4 huevos.
  • 200 gr. de harina.
  • 100 gr. de nueces peladas (yo las compro ya peladas, no sé la equivalencia con cáscara, por no hablar del palo de pelarlas!!).
  • 25 gr. de cacao en polvo (opcional, sólo apto para momentos de extrema necesidad chocolatera)
PASOS A SEGUIR:

  1. Derretir la mantequilla junto al chocolate troceado al baño maría o bien al microondas (lo digo siempre, mejor en modo descongelar para que el chocolate no se queme y amargue).
  2. Añadir el azúcar y remover hasta conseguir una crema.
  3. Añadir los huevos y seguir removiendo hasta que queden incorporadas.
  4. Agregar la harina y mezclarlos hasta que quede una pasta. Si has decidido que estás muy necesitado de chocolate, este es el momento también de añadir el cacao en polvo extra. 
  5. Añadir las nueces peladas.
  6. Engrasar un molde que sea más bien rectangular y no muy alto y verter la masa.
  7. Hornear a 200 ºC durante unos 20 minutos. 



Y ahí va un Toñi-consejo: tiene que quedar con costra por fuera pero muy blandito por dentro. Por esta razón es necesario dejar que se temple antes de desmoldarlo porque si lo haces cuando aún está caliente lo más probable es que se te deshaga. Otra opción es cortar los cuadraditos en el mismo molde.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Una pareja casi perfecta de Marian Keyes o el regreso de Marian por la puerta grande

Es sabido por todos los que leéis el blog que tengo predilección por la chick-lit en general y por Marian Keyes en particular. Pero, si bien es cierto que adoro a Marian, también lo es que sus dos últimas novelas (no incluir el libro de artículos Mi vida, instrucciones de uso) eran demasiado dramáticas y no tenían tanta chispa como anteriormente. En su defensa diré que Marian pasó por una dura depresión e, inevitablemente, esa experiencia se tenía que reflejar de alguna manera en sus historias.

En cualquier caso, esta nueva novela nos devuelve a la Marian más inspirada con su equilibrio perfecto entre situaciones cómicas y dramáticas. Pero vamos por faena y voy a explicar el libro (sin spoilers).

Una pareja casi perfecta / Keyes, Marian. Plaza Janés: Barcelona, 2018.

Amy es una mujer de mediana edad que está felizmente casada con Hugh. De hecho, todo el mundo los ve como la pareja perfecta a pesar de que la situación en casa del matrimonio es complicada ya que con ellos viven Neeve (la hija que Amy tiene de su anterior marido, una veinteañera algo arisca que empieza a tener un nombre en el mundillo vlogger); Kyara (la hija de ambos, una adolescente que aunque tiene dieciséis años es más madura que cualquiera de los personajes de la novela); y Sophie (una sobrina de Amy, de diecisiete años, cuyos padres son un desastre y que tiene un carácter especial a causa de eso).

Hugh no acaba de reponerse del todo de las muertes de su padre y de un amigo íntimo, por eso le plantea a Amy la necesidad de tomarse un descanso de su vida al completo (familia, trabajo, amigos y, evidentemente, pareja) para irse a viajar por el mundo y reconectar consigo mismo otra vez. Al principio, como es lógico, Amy no entiende nada y se niega pero Hugh le asegura que aún la quiere y volverá en seis meses. Finalmente Amy accede a dejarle ir.

El resto de la novela trata el día a día de Amy sobrellevando esta separación tan extraña, sin poder permitirse el lujo de hundirse ya que tiene que hacerse cargo sola de todas las cosas que antes compartía con su marido (desde llevar y traer a las niñas a los sitios en coche hasta hacer la compra). Además, tiene que hacer frente al que dirán de amigos y familiares sin descuidar su negocio de relaciones públicas. 

Pero lo más importante son las cuestiones que Amy se plantea: ¿ella también se está tomando un descanso? Porque... ¿Si su marido puede tener amantes en estos seis meses, puede ella hacer lo mismo? O más bien... ¿Quiere ella hacer lo mismo? Por no hablar del qué pasará cuando Hugh vuelva, ¿podrán volver a quererse como antes o el descanso será definitivo?

Lo que hace de esta novela tan divertida y no una simple novela de corazones rotos es todo lo que la envuelve: una familia caótica, unos compañeros de trabajo tan diferentes como el día y la noche, unos clientes que la cagan cada vez que hablan, amigas borrachas y resentidas con los hombres, compras compulsivas por Internet, twiter, facebook e instagram, exparejas oportunistas...

Por cierto, sería un error pensar que el tema de la novela es la ruptura de un matrimonio. No confundir tema con argumento. En realidad, el tema trata sobre la insatisfacción de la vida moderna, como el día a día nos absorbe de una manera tan brutal que hace que busquemos vías de escape en los peores sitios.

Pero por si os quedaba alguna duda de que Marian ha vuelto por todo lo alto es que ha creado un personaje que sobresale de entre todos: Lilly O'Connel, Madre de Cinco (o LOMDeC, como se la conoce). Sólo diré que el personaje de la madre de Amy puede hacerle la competencia muy seriamente a Mamá Walsh, los que leéis a Marian ya la conocéis y sabéis que es la caña.

En definitiva, ¿lo recomiendo? Pregunta absurda leyendo simplemente el título de la entrada. Por supuesto que sí. Con esta novela Marian Keyes vuelve a coronarse como la reina de chik-lit.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Talentadas breves IX o problemas de agenda

De eso que recuerdas que la semana siguiente tienes visita con el dentista.
De eso que te aseguras mirando la agenda del móvil  te dice que es el martes a las 15.00 h.
De eso que de re-aseguras mirando la agenda de papel y conincide con el móvil.
De eso que el martes comes súper pronto y súper rápido porque el dentista está en la otra punta del pueblo.
De eso que vas casi corriendo al dentista con la comida aún bajando por el gaznate.
De eso que llegas al dentista a las 14'55h.
De eso que le das tu nombre a la amable recepcionista y dice que no te encuentra en la agenda.
De eso que buscas la tarjeta de la mutua para que se asegure.
De eso que te pregunta el nombre de tu dentista, buscas el volante de la cita y se lo dices.
De eso que te asegura que ese dentista en concreto sólo visita los miércoles.
De eso que le dices que no puede ser y le enseñas tu anotación en la agenda, todo convencida.
De eso que te devuelve el volante de la cita donde dice "7 de marzo".
De eso que le dices que hoy es 7 de marzo.
De eso que vuelves a mirar la agenda y ves que no.
De eso que maldices tu estampa y vuelves al día siguiente de nuevo con la comida en el gaznate.