lunes, 29 de enero de 2018

Brazo de gitano

Para las pasadas navidades me propuse hacer un tronco de navidad, que consiste en hacer un brazo de gitano relleno de trufa y cubierto de chocolate. Antes de comprometerme con mi suegra a llevar los postres quise hacer un brazo de gitano cualquiera para coger la técnica de enrollar el bizcocho... no era plan de quedar mal con la suegra!

INGREDIENTES:

  • 100 gr de azúcar.
  • 100 gr de harina.
  • 4 huevos.
  • Esencia de vainilla u otro aromatizante.
  • Relleno a vuestra elección (crema pastelera, nata, trufa, mermelada...)
  • Azúcar glas para decorar o cobertura de chocolate.

PASOS A SEGUIR:
  1. Empezaremos poniendo el horno a precalentar a 180 ºC, para que esté listo al hornear.
  2. Hay que separar las yemas de los huevos de sus claras, porque las utilizaremos por separado.
  3. Primero se montan las claras de huevo. Por si no lo sabéis, para asegurar la misión hay que echarle un pellizquito de sal y para comprobar que están a punto de nieve la prueba del algodón consiste en darle la vuelta al bol y si no se caen es que están listas. Hacerlo con cuidado, no sea que acabéis liándola parda en la cocina.
  4. Después, en otro bol, mezclaremos las yemas de los huevos con el azúcar y el aromatizante, batiéndolo hasta que espumen.
  5. A continuación, verter la mezcla de las yemas sobre las claras montadas y mezclarlo con movimientos envolventes para que no pierda aire (traducido al horno: esponjosidad).
  6. Incorporar la harina en dos tandas tamizándola sobre la mezcla anterior.
  7. Poner la masa sobre una plancha de horno cubierta con papel de horno y hornear durante 15 minutos. Es importante que la bandeja de horno sea totalmente plana, algunas hacen un poco de cuenca de cara a guisos con salsa, pero en este caso no va bien porque provocaría que el centro del bizcocho fuese más gordo que los bordes.
  8. Y ahora empieza lo difícil (un poco, desde luego, menos de lo que me pensaba). Una vez sacamos el bizcocho del horno y cuando aún esté caliente tenemos que enrollar el bizcocho. Para hacerlo hay que darle la vuelta al bizcocho sobre un papel de horno o un paño húmedo en la encimera que utilizaremos paran enrollarlo. Lo dejaremos enfriar enrollado durante 25-30 minutos para que coja forma.
  9. Pasado el tiempo de reposo, desenrollar el bizcocho y untar el relleno escogido con una espátula. Yo utilicé una crema pastelera de naranja buenísima, pero puede ser cualquier cosa: una crema pastelera sencilla, nata montada, trufa... lo que más os guste. Un Toñi-Consejo en este punto, no os paséis poniendo relleno porque luego al enrollarlo pasarán dos cosas: empezará a salir relleno por los bordes a cascoporro y además os quedará el brazo bastante basto.
  10. Volver a enrollar el bizcocho y decorarlo con azúcar glas, crocanti, cobertura de chocolate, etc. (a poder ser algo que se complemente con el relleno).

miércoles, 17 de enero de 2018

Y colorín colorado... Tú de David Safier

Acabé el 2017 leyendo lo último de David Safier. Ya que el año había sido bastante chungo, al menos con Safier tenía garantías de acabarlo con una sonrisa en la boca. Y, efetivamente, no me defraudó.

Y colorín colorado... Tú / David Safier. Barcelona: Seix Barral, 2017 (Biblioteca Formentor).

Nellie es una mujer soñadora cuya vida deja mucho que desear: trabaja en una tienda de cómics sin oficio ni beneficio, siempre anda con el corazón roto por sus malas elecciones al enamorarse y la protagonista del cómic que quiere dibujar es "Single Woman". A pesar de vivir rodeada de grandes superhéroes, Nellie no es capaz de reunir el valor suficiente para hacer sus sueños realidad.

Un día, tras el último fracaso amoroso, acude a una exposición de pintura donde le roba al autor un misterioso bloc en el que decide dibujar a su príncipe azul, al que bautiza como Retro de Amanpour. Cuando a la mañana siguiente el caballero Retro aparece delante de ella en carne y hueso, con espada y cota de malla incluidas, Nellie tendrá que enfrentarse a peligros y a sus propios miedos para arreglar la situación.

En las novelas de Safier (excepto cuando se puso serio en 28 días) lo importante no es lo que se cuenta, sino como lo cuenta y lo que te llegas a reír por el camino. Y por eso, con esta novela David Safier sigue en su línea: protagonista con una vida mejorable, evento mágico - sobrenatural que le hace replantearse la vida que llevaba y moraleja aprendida para aplicar en su vida.

En el caso de Y colorín colorado... Tú, el tema central es el valor. La premisa es que la protagonista está cegada con los grandes actos heroicos de la ficción (desde Harry Potter a Kadniss Everdeen de los Juegos del Hambre, pasando por superhéroes clásicos de cómic) y por eso ella se siente una persona insignificante y cobarde. Con la irrupción en su vida de su ideal de caballero andante se verá inmersa en una serie de aventuras en las que tendrá que demostrar su auténtico valor para llegar a la conclusión que el mayor héroe de la literatura es el Pato Donald, una persona corriente (cómo ella) que es capaz de arriesgarlo todo por sus sobrinos. Inspirada por el Pato Donald, la protagonista descubre que todos llevamos un héroe dentro y que sólo nosotros podemos salvarnos con los pequeños actos valientes del día a día como rechazar un mal trabajo, apostar por uno mismo y amar.

Los gags en la novela están bien y son divertidos y te ríes, algunos son un poco obvios, como la reacción de Retro (un personaje medieval) al ver el mundo moderno; y me gustaron especialmente la parte en la que recrea Amanpour y la batalla final contra el malo. Pero lo que más me ha gustado ha sido poder pillar todas las referencias frikis que van goteando a lo largo del texto desde la mención a un encantamiento de Harry Potter a frases de Spock. 

¿Lo recomiendo? Pues sí, los libros de Safier se leen rápido y siempre dejan con una sonrisa en la boca, eso sí, mejor espaciarlos en el tiempo porque si los lees muy seguidos pueden ser un poco repetitivos en cuanto estructura. Pero un Safier de vez en cuando siempre viene bien.

domingo, 7 de enero de 2018

Pizza de coliflor o quien no se consuela es porque no quiere

Pizza y coliflor parecen dos palabras que, a priori, jamás podrían ir juntas en el mismo menú y mucho menos en el mismo plato. Pero para sorpresa de muchos (yo la primera) está realmente buena y es una opción muy creativa para aquellas personas a las que no les gusta demasiado la verdura se la coman sin pensarlo o para aquellos que, como yo, están a dieta y pretenden engañar al cerebro haciéndole creer que está comiendo una pizza de verdad.



INGREDIENTES (masa individual):

  • 1/2 coliflor pequeña.
  • 1 huevo
  • 1/2 taza de parmesano rallado.
  • Orégano.
  • Salsa de tomate.
  • Jamón serrano.
  • Cebolla (al gusto)
  • Albahaca fresca.
  • Mozzarella.
PASOS A SEGUIR:
  1. Hay que cortar muy finita la coliflor desechando los troncos. Otra opción es rallarla directamente con un rallador, todo depende de si te gusta más o menos la coliflor para encontrar tropezones más o menos grandes.
  2. Poner la coliflor en un bol, taparlo con papel film y meterlo unos 7 minutos en el microondas para que suelte el exceso de agua. Si te saltas este paso la masa de la pizza quedaría blanda y parecería más una tortilla.
  3. Una vez fuera, añadir el parmesano y el huevo e integrar bien los ingredientes hasta obtener una masa líquida. Si no tuvierais parmesano y lo sustituyerais por otro queso la textura de la masa también parecería de tortilla ya que el parmesano es un tipo de queso que al tostarse no se funde sino que se tuesta, dando a la masa el crujiente similar a la masa de pan.
  4. Volcar la masa en un papel de horno desde el centro, intentando que tome la forma redonda.
  5. Hornear en blanco a 200 ºC durante 15-18 minutos.
  6. Poner en la masa los ingredientes de la pizza, en este caso el tomate, el jamón, la cebolla, la albahaca y la mozzarella.
  7. Gratinar la pizza completa durante 5 minutos más. Ojo al sacar la pizza del papel de horno porque se puede pegar un poco.