lunes, 10 de agosto de 2015

Polos de cereza

Hace casi un mes, cuando llegó la primera ola de calor de este verano (he perdido ya la cuenta de cuántas llevamos), paseando por un centro comercial entré en una de esas tiendas que tienen un montón de accesorios supermolones para cocinar y no se me ocurrió otra cosa que comprar una polera.
Y la polera se quedó guardada en su envoltorio hasta este fin de semana cuando en la enésima ola de calor mi churri me pidió que le hiciera unos politos y a ello que me puse. 
Lo primero que hice fue entrar en internet para buscar ideas por que una de polos sólo conoce los de limón o naranja y, ya que me meto en faena, pues intento hacer algo más original.  Mandé a la mierda los operadores booleanos (que se note que he estudiado biblioteconomía) y con una sencilla búsqueda en Google de "recetas de polos" encontré una de Polo de fresa que parecía interesante.
Y esa fue la primera talentada, por que fresas en agosto como que no hay. Pero una talenta no se rinde ante la adversidad así que salí al mercado a ver si encontraba alguna fruta que pudiera sustituir a la fresa. Y estuve de suerte por que encontré cerezas, concretamente picotas tardías, que tenían una pinta estupenda y yo que me emociono pensando en lo ricos que van a quedarme los polos hasta que me toca pasar por caja y me dan un zasca en toda la cara por que resulta que las picotas son bastante caras. Os voy a decir algo que parece evidente, pero que para una talenta no siempre lo es: antes de comprar algo, mirad el precio.

Y después de tanto rollo, ahora sí, aquí va mi receta de polos de cereza.

INGREDIENTES (para 6 polos):

  • 1/2 Kg de cereza (si te sobra el dinero compra picotas, yo para la próxima cojo cerezas de toda la vida)
  • 2 yogures griego.
  • Ralladura de 1 limón.
  • Azúcar.
  • 1 pellizquito de sal.






PASOS A SEGUIR:

  1. Lava bien las cerezas y quítales el rabito y el hueso. Ves con  cuidado de que no se te cuele ningún hueso por que puedes cargarte las cuchillas de la batidora (te lo digo por experiencia). 
  2. Añade el azúcar siguiendo estos tres parámetros: prueba una cereza para ver si son dulces o ácidas, comprueba si los yogures naturales están o no edulcorados y por último tu gusto personal respecto el dulce. Además ponle el pellizquito de sal para que la cereza "sude" todo el jugo. Échale la ralladura de limón también. Si eres una persona atrevida, como yo, échale también un chorrazo de licor de fruta tipo Kirsch o Cuantró. Remueve la mezcla y déjala reposar media hora. 
  3. Pasa las cerezas por la picadora (si hace un ruido extraño es que se te ha colado un hueso).
  4. Opcionalmente, puedes colar la mezcla para que quede más fina.
  5. Añade los yogures a la mezcla y bátelos hasta que quede homogénea y rosadita.
  6. Momento delicado. Con un cacito rellena las poleras y mételos en el cogelador durante 24 horas.

 Un día después ya puedes desmoldar tus polos. Supongo que con moldes de silicona o individuales la cosas será más fácil pero mi polera tiene los seis moldes juntos (como las cajas de los huevos) y fue complicado sacarlos. Tampoco quería dejarlos descongelar un poco, por que después tenía que volver a congelar los cuatro polos que sobraban y no es plan de estar congelando y descongelando todo cada dos por tres. Ya pensaba que todo el trabajo había sido una talentada suprema pero después de mucho reflexionar, cogí un cuchillo fino, separé los bordes e hice un poco de palanca para poder sacarlos. 


Y menos mal que pude sacarlos por que estaban muy buenos. Al menos a mi chico le gustaron.

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