martes, 16 de febrero de 2016

Signatura 400 o un libro sobre libros (23)

Las estanterías de mi casa y mi presupuesto son limitados y, como a pesar de haberlo intentado, no soy muy amante de los libros electrónicos, la semana pasada fui a la biblioteca a por algún libro que pudiera utilizar para mi reto lector. Buscando entre las estanterías leí un título que llamó mi atención: Signatura 400. Y la mayoría de vosotros pensará "¿Y por qué carajo te llamó la atención?". Seguramente si no has estudiado biblioteconomía y documentación o no eres muy asiduo de las bibliotecas este título pasará inadvertido pero como yo cumplo ambas condiciones en seguida me di cuenta que ese título está estrechamente relacionado con los libros y las bibliotecas. Es el código vacío de la Clasificación Decimal Universal (CDU para los amigos) reservado para futuros y nuevos conocimientos. Cogí el libro, leí el resumen de la contraportada y me fui rauda y veloz al mostrador de préstamo. Este sería el libro sobre libros (punto 23).

Divry, Sophie. Signatura 400. Barcelona: Blackie books, 2011.

El resumen argumental es muy sencillo. Una bibliotecaria amargada (por que está amargada perdida, la pobre) encuentra a un usuario que se ha pasado la noche en la biblioteca por accidente y mientras hace tiempo hasta que abran al público ella le suelta un monólogo sobre lo que para ella significa ser bibliotecaria, la literatura y la cultura.

Conforme iba leyendo el libro me iba cabreando o sorprendiendo a partes iguales ya que como la pobre está amargada, despotrica de la profesión y de las bibliotecarias (a mitad del libro sabemos que les tiene un poco de inquina a las bibliotecarias tituladas, ya que ella en realidad es auxiliar). Y sí, yo seré archivera, pero como diplomada en Biblioteconomía y Documentación que soy me he sentido muy aludida y no sólo por mi si no por las muuuuuuchas amigas (y algún amigo) bibliotecarias que tengo. Concretamente, algunas lindezas que suelta sobre esta profesión son:
Clasificar, colocar, no molestar, ésa es toda mi vida.
Para ser bibliotecaria hay que apreciar el concepto de clasificación y ser una persona obediente, SIN INICIATIVA.
Obrera especializada: colocadora de libros.
Incluso hoy, las bibliotecas son una cosa TRISTONA.
La bibliotecaria debe aportar un suplemento de cultura a los lectores [...] A sus simpáticas historias lacrimógenas hay que cortarles la cabeza.
Pero para mi sorpresa, conforme se acerca al final del monólogo y cuando estaba a punto de gritarle "Mujer, si tan amargada estás deja el trabajo!!!!!" la cosa da un giro y admite que todo eso que ha dicho antes no es verdad y que sólo lo ha dicho por frustración en su vida personal. Entonces me reconcilié con el personaje al leer cosas como estas:
Se pueden hacer grandes cosas siendo bibliotecaria.
Ejerzo un oficio valiente, útil, interesante, que exige un sinfín de cualidades.
Que lean lo que quieran, pero que lean.
Una de las cosas que más me ha gustado del libro es todas las referencias a la ciencia bibliotecaria, es decir, a la Biblioteconomía por que, por decirlo de alguna manera, la sangre tira. Algunas cosas que se dicen y que un mortal no entendería son:

  • Compara a Melvil Dewey, el creador de la clasificación decimal de Dewey, con Mendeléyev, el creador de la tabla periódica.
  • El debate profesional entre los que usan la CD Dewey con la Clasificación Decimal Universal.
  • La redacción del primer manual de biblioteconomía por el bibliotecario de la Biblioteca Mazarino, Gabriel Naudé.
  • La gran defensa de la biblioteca pública que hizo Eugène Morel.


La parte en la que habla sobre libros lo hace sobre todo de grandes escritores franceses (ya que la autora es francesa) como Simone de Bouvier, Maupassant o Balzac y de sus obras. Y también menciona una retahíla de títulos que va clasificando y a los que va poniendo signatura. Pero más que sobre libros se habla de literatura y de cultura, de su acceso libre y universal, de la literatura de consumo enfrentada a la literatura "de verdad" (utilizando palabras del personaje).

Pero si de algo habla fundamentalmente el libro es de la angustia, del no saber que vendrá, del miedo a lo desconocido y todo ello simbolizado por la ausencia de la signatura 400 ya que, como dije al principio del post, cuando se pasó de la CD Dewey a la CDU esta clase se dejó en blanco para poder incorporar algún conocimiento futuro.

En definitiva, si no tienes una relación muy estrecha con la biblioteca o con algún/a bibliotecaria/o el libro no te va a decir nada especial. Pero si no, al menos, habrá cosas que te llamen la atención.

Por último, para demostrar que las bibliotecarias son gente mu maja acabo con una foto de mis compañeros de la uni.

 
 
 
 
 
 
 

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