Esta es una de esas recetas que van muy bien cuando quieres hacer un bizcocho sin grandes complicaciones pero un poco más currado que el bizcocho de yogur de toda la vida y además queda súper bonito y súper bueno.
INGREDIENTES:
- 215 gr. de harina.
- 4 huevos L.
- 215 gr. de azúcar.
- 215 gr. de mantequilla.
- 1 cucharada de cacao en polvo.
- 1/2 sobre de levadura.
- 2 cucharaditas de azúcar avainillado.
PASOS A SEGUIR:
- Cómo casi siempre, empieza por precalentar el horno. En este caso lo pondremos a 180º C.
- En un bol grande pon la mantequilla y el azúcar y bátelo todo hasta conseguir una pasta blanquecina y bien integrada. Para que esto pase es necesario que la mantequilla lleve un tiempo fuera de la nevera y esté blandita (o como se dice, en pomada).
- Añade los huevos de uno en uno y bátelos también de uno en uno. Si los añades de uno en uno pero los bates todos a la vez... pues es tontería.
- Añade la harina y la levadura (si están tamizadas mejor que mejor) y mézclalo todo hasta conseguir una masa uniforme.
- Separa un 1/4 de la masa y, atención que se desdoblan las instrucciones!!
- Al 1/4 de masa añádele la cucharada de cacao en polvo (masa negra).
- Al 3/4 de masa añádele el azúcar avainillado (masa blanca).
- Rellena el molde (hace falta que diga que primero hay que engrasarlo?) poniendo primero la mitad de la masa blanca, luego la negra y después el resto de la blanca.
- Hornea durante 30-35 minutos. Cómo cada horno es un mundo, yo en el mío le puse el ventilador cuando llevaba la mitad del horneado.
- Cuando esté templado y desmoldarlo puedes decorar el bizcocho con azúcar glas que siempre le da un toque mono.
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